- A diferencia de sus competidores, ofrece wifi.
- Requiere la utilización de un puntero.
- Constituye el 'e-reader' más cercano al libro tradicional.
Sin brillos y con 16 niveles de grises. Así es Boox, el único libro electrónico que se puede leer con luz solar, según los responsables de su empresa de distribuión, Woltex.
A un precio de 399 euros, su diferencia sustancial respecto a otros e-readers (libros electrónicos) es la conexión wifi y su pantalla de tonos grises (16 bytes), en la que se escribe con un "lápiz digital".
El uso del puntero es obligatorio en detrimento del dedo, que se usa en otros componentes electrónicos para, por ejemplo, pasar las páginas de libros o navegar de una página a otra, ya que, como explicaron los directivos de marketing y ventas de Wortex, se debe a que la pantalla es de tinta electrónica.
La empresa también ha presentado el Boox-S, que viene a ser como el hermano pequeño de Boox e incorpora los mismos componentes de software -Linux y aplicaciones- y hardware, pero cuya pantalla no es digital ni tiene wifi, por lo que es más económico.
La finalidad de Boox es "reproducir libros" en diversos soportes digitales y que puede ser usado gracias a su pantalla anti-reflectante de 6 pulgadas bajo la luz del sol o de una lámpara, aspecto que con la pantalla LCD de otros e-books no se puede llevar a cabo.
Este factor lo acerca al concepto de libro tradicional y por otro lado incorpora un mp3, con el que se puede escuchar música mientras se lee, o un cuaderno de notas virtual que reemplaza a la libreta de hojas de papel.
Por el contrario, no se pueden ver vídeos y en consecuencia no se puede navegar por las webs que incorporen vídeos, pero sí leer hasta 30.000 libros -32 GB de memoria externa-, según los distribuidores.
A ello se suma que el usuario de Boox, un "equivalente o sustituto del libro de papel", según Wortex, puede estar leyendo durante 8.000 horas seguidas o "más de una semana y media" sin que se apague.
A un precio de 399 euros, su diferencia sustancial respecto a otros e-readers (libros electrónicos) es la conexión wifi y su pantalla de tonos grises (16 bytes), en la que se escribe con un "lápiz digital".
El uso del puntero es obligatorio en detrimento del dedo, que se usa en otros componentes electrónicos para, por ejemplo, pasar las páginas de libros o navegar de una página a otra, ya que, como explicaron los directivos de marketing y ventas de Wortex, se debe a que la pantalla es de tinta electrónica.
La empresa también ha presentado el Boox-S, que viene a ser como el hermano pequeño de Boox e incorpora los mismos componentes de software -Linux y aplicaciones- y hardware, pero cuya pantalla no es digital ni tiene wifi, por lo que es más económico.
La finalidad de Boox es "reproducir libros" en diversos soportes digitales y que puede ser usado gracias a su pantalla anti-reflectante de 6 pulgadas bajo la luz del sol o de una lámpara, aspecto que con la pantalla LCD de otros e-books no se puede llevar a cabo.
Este factor lo acerca al concepto de libro tradicional y por otro lado incorpora un mp3, con el que se puede escuchar música mientras se lee, o un cuaderno de notas virtual que reemplaza a la libreta de hojas de papel.
Por el contrario, no se pueden ver vídeos y en consecuencia no se puede navegar por las webs que incorporen vídeos, pero sí leer hasta 30.000 libros -32 GB de memoria externa-, según los distribuidores.
A ello se suma que el usuario de Boox, un "equivalente o sustituto del libro de papel", según Wortex, puede estar leyendo durante 8.000 horas seguidas o "más de una semana y media" sin que se apague.
20MINUTOS.ES / EFE
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